El impuesto al valor agregado (IVA) del 13% en las tarifas eléctricas ha sido un golpe al presupuesto de las familias y de las empresas, que se agrava en un país seriamente afectado por los efectos de la pandemia del COVID-19. Solo en el 2020 el cobro del IVA significó más de 8 mil millones de colones que tuvieron que asumir los costarricenses, principalmente de los servicios residenciales que son casi 900 mil, entre los abonados de las cooperativas eléctricas, los empresas municipales y la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL).
La Cámara de Empresas de Distribución de Energía y Telecomunicaciones (CEDET) ha sido crítica y ha venido advirtiendo una y otra vez, el impacto negativo de este cobro en momentos en que quienes dirigen al país deberían enfocar sus esfuerzos hacia la reactivación económica.
Así lo explicaron representantes de CEDET esta mañana en conferencia de prensa, al tiempo que pidieron al Poder Ejecutivo convocar y, a los diputados aprobar la iniciativa de ley que se tramita desde hace casi dos años en la Asamblea Legislativa y que eliminaría el IVA en el recibo de la luz. Se trata del expediente 21653 “Interpretación auténtica de la ley del impuesto al valor agregado (IVA). Ley N° 6826, para resguardar la exoneración a los entes públicos, asociaciones cooperativas y consorcios cooperativos que distribuyen electricidad”.
A pesar de que el 13% de IVA lo pagan los hogares con consumo superior a 280 kWh, hay un efecto indirecto para el resto de usuarios. Las distribuidoras sí deben pagar la totalidad del IVA en las compras de electricidad que principalmente hacen al ICE , lo que se convierte en un costo que debe trasladarse vía tarifas a todos los usuarios por lo que termina siendo un “impuesto indirecto”.
“Ojalá que los señores legisladores puedan ver y analizar esta solicitud y comprendan que estamos hablando en beneficio de Costa Rica. La electricidad es esencial para producir más, crear empleo y hacer que este país salga de la crisis económica que lo agobia” comentó Erick Rojas, Vicepresidente de CEDET.
“Combo de amenazas”
Para los representantes de CEDET lejos del apoyo a iniciativas como la eliminación del IVA, se observan otras propuestas que más bien provocarían consecuencias adversas y que afectan la industria local, los hogares e inclusive la inversión porque suman costos a las empresas distribuidoras de electricidad que finalmente se trasladan a las tarifas eléctricas.
“Si los costos suben alguien tiene que pagarlos, es como un efecto dominó. En CEDET no nos vamos a quedar con los brazos cruzados ante este “combo de amenazas” que viene por varios frentes” comenta Allan Benavides, Presidente de CEDET.
Uno de ellos es la generación distribuida virtual que se contempla en el texto del reglamento de generación distribuida que actualmente se define en el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE). De mantenerse la generación distribuida virtual sería una apertura velada del mercado eléctrico que chocaría con el modelo solidario actual, donde unas pocas empresas privadas podrían generar energía eléctrica sin tener una concesión para esto.
Asimismo, la metodología de servicios auxiliares del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) que se tramita en la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (ARESEP) provocaría que las empresas distribuidoras tuvieran otro costo por el respaldo de energía eléctrica, cuando es un rubro que ya hoy pagan.
La propuesta en mención no contempla el pago de servicios auxiliares a los generadores distribuidos, es decir, aquellos que optaron por colocar un panel solar en su casa o comercio. “Las empresas distribuidoras van a tener que dar servicios auxiliares a la generadores distribuidos y sin poder trasladarles ese cobro. Esto constituye un subsidio grosero de los usuarios de menores recursos a los de mayor poder adquisitivo”, indica Benavides.
En un alto porcentaje, los costos del suministro de energía eléctrica son fijos, con lo cual, cualquier pérdida de demanda eléctrica o costo adicional para la empresa distribuidora conlleva su redistribución entre el resto de los usuarios a través de tarifas; así las personas de menos recursos, la clase media y las pequeñas y medianas empresas serían las más afectados.